Universidad del Bío-Bío exhibió documental sobre agroecología

  • El material recoge los testimonios de nueve hortaliceras, de las comunas de Tomé, Hualqui, Santa Juana y Yumbel. Es iniciativa de la Asociación Regional de Municipalidades y su directora es Alejandra Ibarra.

En el Paraninfo UBB, el martes 26 de marzo se exhibió el documental “La agroecología tiene rostro de mujer”, a través del cual la Asociación de Municipalidades del Biobío resalta la importancia del trabajo cuidadoso de la tierra, en el contexto difícil que ha generado el calentamiento global y sus derivaciones. Su directora es Alejandra Ibarra, quien releva su experiencia en el Campus Concepción de la Universidad del Bío-Bío.

“Estamos súper contentos de que se pudo exhibir en una casa de estudios, más si es regional. Nuestra idea es que pueda ser visto por la mayor cantidad de personas posible y les pueda hacer un click. En ese sentido, que este documental les pueda abrir la mente un poquito, para conocer más de lo que comen y el trabajo que hay detrás de ello”, expresa.

La cinta se extiende por 40 minutos y grafica el entorno diverso y ancestralmente agrícola en el Biobío, actualmente amenazado por la agroindustria a gran escala, la presión del negocio forestal y el creciente cambio climático. A este respecto, la directora Ibarra hace hincapié en el estímulo que genera el trabajo para sobrellevar las circunstancias, pues se convierte en un agente de cambio hacia la igualdad de género y la disponibilidad entre lo urbano y lo rural.

“Está comprobado que la agroecología es uno de los mejores caminos para hacer frente al cambio climático y a la crisis hídrica, porque todos los elementos que se producen en un huerto son diversos. Si alguno de ellos no es capaz de soportar la crisis hídrica, va a haber otros que sí. Además, hay una gran incorporación de materia orgánica, lo que nos indica que podemos acumular mucha más agua dentro del predio. Los agricultores son muy resilientes y a pesar de la adversidad, tienen un gran amor por la tierra”, expresa.

Más allá de las cámaras

Por otra parte, Alejandra resalta que a lo largo de meses de trabajo se gestó una relación muy cercana, tanto con las mujeres hortaliceras como con los municipios.  Destaca que “ya la apuesta de los equipos municipales con la agroecología es súper innovadora. Ahora, que las mujeres pudieran ser visualizadas aquí fue más innovador aún, ya que no hay registro a nivel regional de cuántas mujeres se dedican a esto ni de la conciencia que existe para enfrentar el cambio climático y tener alimentos saludables”.  

Este documental fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, para su rodaje durante 2023. Se estrenó en enero de 2024 y la directora ahora proyecta continuar con esta red de conocimiento agroecológico, aunque con una salvedad especial.

“Queremos que sea una red femenina y podamos potenciarla en la medida que podamos acercar recursos a las mujeres que trabajan en la agroecología. Ellas se dedican tanto al trabajo de la tierra, pero también están cansadas, entonces podríamos buscar que tuvieran una gira y así conocer otras experiencias. A las protagonistas les sirvió mucho ver el documental, porque reafirmó su visión de que están haciendo lo correcto. Merecen un reconocimiento para conseguirlo, nos pueden ayudar instituciones”, desliza.

Lazos con UBB

Desde 2023 existe un convenio entre la UBB y la Asociación Regional de Municipalidades del Biobío. Sin embargo, muchos años antes ha existido la motivación para que, en su calidad de institución pública, la Universidad del Bío-Bío trabaje en diversas iniciativas que beneficien a la comunidad.

Carmen Burdiles es la Coordinadora Ejecutiva del Laboratorio de Gobierno Local en la UBB. Tuvo la responsabilidad de participar en la gestión para exhibir este material en dependencias de la casa de estudios. Comenta que estas tareas conjuntas vienen de hace muchos años. Además, están en permanente búsqueda por nuevas iniciativas.

«Nosotros tenemos una relación bastante antigua de trabajo con los municipios. Hemos desarrollado distintas iniciativas y siempre estamos pensando nuevas opciones, porque entendemos que nuestro rol como universidad pública es poner los saberes al alcance de la comunidad, en distintos territorios. Estamos buscando formas y mecanismos para desarrollar más actividades, por ejemplo, en sistemas alimentarios, también en innovación pública y en gestión pública, así que esta sociedad es muy positiva para avanzar juntos», destaca.

Por su parte, Isidora Troncoso asistió a la exhibición, en el Paraninfo UBB. Ella se desempeña en la Universidad del Bío-Bío, en el proyecto ESAL (Estrategia de Sistemas Agroalimentarios Locales) para el área metropolitana de Concepción. Además, ella colaboró en la realización de este documental, específicamente a través de la vinculación de los centros agroalimentarios locales, además del diseño de talleres participativos y los contenidos, siempre en alianza con el resto de este valioso equipo.

«Es importante que ahora el común de la gente se pregunte como consumidor, qué es lo que come, de dónde viene, quién lo produce, a quién beneficia y qué efectos tiene. Invito a que hagamos todas esas reflexiones y así evaluar entre comprar en un supermercado o a un productor local. Desde ahí podemos apoyar», enfatiza.

Impacto directo

Numeroso público llegó hasta el Paraninfo UBB, para disfrutar el documental «La agroecología tiene rostro de mujer»: académicos, funcionarios, pero también estudiantes de distintas carreras. Una de ellas fue Constanza Maureira, quien reconoció que este registro generó un enorme impacto en ella. Es oriunda de Parral y junto a su familia trabaja a agricultura para el cultivo y cosecha de diversos frutos, aunque siempre complementados con agroquímicos.

«He trabajado arándanos, cerezas y manzanas. Parral es parte del Maule y allá casi todo lleva químicos. Como esa fruta después se exporta, tiene químicos para que lleguen en mejores condiciones a sus destinos. También en mi casa tengo una granada, un limón y un durazno, pero cuando se infectan, les he echado pesticida; no sabía que había alternativas naturales para combatir esto. Me gustó conocer el efecto del vinagre o la ceniza para cuidar nuestros cultivos de manera natural», manifiesta.

Sin lugar a dudas, apreciar «La agroecología tiene rostro de mujer» es un enorme aporte a la concientización colectiva para una alimentación saludable y el cuidado del territorio.

Si no pudiste asistir, te invitamos a disfrutar de este hermoso trabajo en youtube: