«Líneas y Puntos»: abstracción y memoria

Juan Ignacio Ferrada Zambrano

Encargado de Mediación Galería FEDUH

En 1926 el pintor ruso, Vassilly Kandinsky publicó Punto y línea sobre el plano, un tratado que buscaba explicar los significados de los elementos más básicos de la pintura: el punto, la línea y el plano. En dicho texto se indica la dimensión interpretativa de estos elementos, es decir las tensiones, movimientos y emociones que generan en los espectadores al ser dispuestos en una composición sobre el plano.

Así se ve reflejado en la exposición Líneas y Puntos: diálogo entre el pasado y el presente, del artista visual de la Universidad de Concepción, Andrés Moyano Luengo, cuyas obras mezclan acuarela, bordado y botánica. Esta serie de 15 acuarelas fueron intervenidas con hilo y lana años después de su creación original explorando una nueva forma de creación artística.

El punto, la línea y el bordado no son sólo conceptos de sus obras, sino que son un gesto de la imagen, el tiempo y el cuerpo donde cada puntada sobre el papel es una señal de templanza y cuidado como una forma de habitar el presente.

En alguna de sus piezas como Ramaje Ocre o Ramaje azul, el bordado que interviene el lienzo se encuentra al centro del plano, otorgando según Kandinsky una armonía a la pieza que se expone a través de trazos aleatorios en diferentes direcciones que forman la composición. Curiosamente las técnicas de bordado utilizadas, ya sea en punto cruz o punto francés se posicionan como una afirmación: el punto es el elemento más grande y más pequeño a la vez, ya que su conjunto genera un sistema capaz de transmitir belleza, calma y relajo.

Pero el desarrollo del bordado no implica sólo este manejo con la técnica, también se deja apreciar el sentido histórico donde Moyano interpela el cuerpo masculino en un campo dónde las actividades textiles han estado ligadas históricamente a las mujeres. Durante siglos el bordado fue una labor femenina, la cual no era considerada arte, sino más bien, artesanía o manualidades condescendientes con la élite.

Al utilizar el bordado como lenguaje principal, el artista nos destaca que este tipo de actividades no le pertenece a un determinado género, si no que invita a los hombres a reconciliarse con gestos que la cultura patriarcal le ha negado: la ternura, la delicadeza, el cuidado y la intimidad.

La exposición Líneas y Puntos: Diálogo entre el pasado y el presente no sólo es una interpretación del expresionismo abstracto de Kandinsky, sino que propone una reflexión sobre el lugar que toma el arte, el género y las emociones al momento de constituir una obra. El punto, la línea y el bordado se vuelve un universo cargado de memoria que cruza las barreras históricas y plásticas que muchas veces se vuelven un obstáculo que no nos permite desarrollar nuestras obras con libertad.